Activos en la empresa: ¿Cómo podemos introducir la actividad física?

Girona, 19.09.2023, Anna Comet

Cada vez hay más empresas sensibles con el bienestar de sus trabajadores/as. Las personas que ocupan los cargos de dirección de las empresas van asumiendo que tener trabajadores/as saludables en todos los niveles – físico, emocional, psicológico y de salud – es clave para el rendimiento de la misma empresa y, evidentemente, para velar por el bienestar de las personas.

 

 

De tal manera que, cada vez más, en las empresas se van introduciendo políticas y acciones para cuidar al personal en las diferentes vertientes de la persona.

 

 

En muchas ocasiones, lo que más cuesta es implantar programas de práctica de actividad física, ya que no es nada fácil por diferentes razones: de entrada, porque, si nos fijamos en la sociedad en general, no tenemos la tradición y es necesario cambiar, primero, esta mentalidad, tanto de los altos cargos, que son quiénes deben decidir invertir en estas acciones, como del personal, que es quién debe creer y participar en las propuestas de la empresa.

 

 

Por otro lado, porque los intereses y costumbres de los/as trabajadores/as son tan variados que, a menudo, no es nada fácil generar interés a todo el mundo y a esas empresas que están iniciando estos programas, les cuesta, en general, tener una respuesta amplia del personal.

 

 

Los Estados Unidos, los Países Nórdicos y Japón, para citar algunos ejemplos, son países que han abierto el camino en este campo después de pruebas piloto y de diferentes estudios que demuestran que tener trabajadores/as activos/as físicamente y saludables es muy beneficioso para la empresa.

 

 

Algunas de las fórmulas que se están llevando a cabo en estos países y que, poco a poco, se van implementando en nuestra casa o que nos pueden servir de espejo para iniciar esta práctica en nuestras empresas son las siguientes:

 

  • Tener un gimnasio dentro de las mismas instalaciones de la empresa con acceso abierto a todos/as los/as trabajadores/as. Es evidente que esta opción no está al alcance de todas las empresas, en especial de las PYMES.
  • Ofrecer facilidades en el ámbito económico a los/as trabajadores/as para que puedan ir a algún gimnasio cercano.
  • Ofrecer clases dirigidas a los/as trabajadores/as: desde yoga, entrenamiento funcional, sesiones de running, de andar, etc. Algunas empresas están contratando a técnicos expertos para ofrecer estas sesiones a los/as trabajadores/as que estén interesados/as.
  • Organizar charlas para concienciar, informar y educar al personal.
  • Organizar jornadas de actividad física como excursiones, caminatas, master class de spinning u otras actividades.

 

 

“Y, todas estas actividades, ¿se deben hacer durante el horario laboral o fuera de este horario?”, es el gran dilema con el que se encuentran la mayoría de las empresas que se plantean llevar a cabo estos programas.

 

 

De momento, en nuestro alrededor se están ofreciendo la mayoría de estas actividades fuera del horario laboral, pero si nos volvemos a reflejar en los países que nos llevan ventaja vemos distintas formas de funcionar:

 

  • Empresas que tienen asignadas unas horas fijas a la semana que los/as trabajadores/as deben demostrar que han usado para hacer actividad física.
  • Empresas que premian a los/as trabajadores/as que practican actividad física – y que lo pueden demostrar. Estos premios van desde ventajas en otros servicios que ofrece la empresa, con horas de fiesta en días señalados o con incentivos económicos.

 

 

Seguramente, las empresas de nuestro territorio aún no están en este punto, pero sí que vale mucho la pena que se empiecen a implantar proyectos de este estilo para conseguir una sociedad saludable y, consecuentemente, una sociedad más feliz y que podrá ofrecer mayor rendimiento.