En el contexto de la evolución digital, las entrevistas laborales han experimentado un cambio significativo. La pandemia y el confinamiento popularizaron las entrevistas virtuales, transformando la forma en que los/as candidatos/as realizan el proceso de selección.
A medida que fuimos regresando a la "normalidad", las entrevistas virtuales se fueron convirtiendo en una práctica común en muchos sectores, y hoy en día siguen implementadas.
Aunque comparten similitudes con las entrevistas presenciales, también presentan diferencias notables que los/as candidatos/as deben tener en cuenta:
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Flexibilidad: las entrevistas virtuales permiten una mayor flexibilidad en términos de horarios y disponibilidad, pues los/as candidatos/as no están limitados por desplazamientos, lo que facilita la coordinación de horarios y agiliza el proceso de selección.
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Ahorro en viajes: ligado al punto anterior, también se elimina la necesidad de desplazamientos físicos, por lo que se ahorra tiempo y dinero. Esto supone un menor riesgo de imprevistos, del que el/la entrevistador/a se beneficia.
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Control del entorno: en una entrevista virtual, el/la candidata/a tiene el control total del entorno. La elección del lugar, la iluminación y el fondo son cruciales para transmitir una imagen profesional. En cambio, en una entrevista presencial, el/la candidata/a se encuentra en un espacio determinado por la empresa, al que no está acostumbrado.
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Verificación técnica: antes de la entrevista virtual, es muy importante que los/as candidatos/as verifiquen su conexión a internet, el funcionamiento de la cámara y la calidad del sonido para evitar los imprevistos tecnológicos.
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Comunicación no verbal: a través de la cámara, la comunicación no verbal sigue desempeñando un papel crucial. Durante una entrevista virtual, es esencial que los/as candidatos/as controlen sus gestos, expresiones faciales y postura, del mismo modo que en una entrevista presencial.
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Vestimenta y presentación: aunque la entrevista sea virtual, la vestimenta profesional sigue siendo importante. Los/as candidatos/as deben preocuparse por su apariencia, proyectando una imagen pulida y profesional. Además, ir bien vestidos/as les generará confianza.
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Interrupciones inesperadas: en las entrevistas virtuales, las interrupciones inesperadas son más probables: problemas de conexión, ruidos de fondo, notificaciones inoportunas… Es esencial estar preparado/a para gestionar estos imprevistos de manera profesional.
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La conexión humana: a pesar de los avances en herramientas virtuales, la conexión personal en entrevistas presenciales sigue siendo fundamental. Estar físicamente presente puede ayudar a establecer una relación más fuerte entre candidato/a y entrevistador/a.
La clave para un proceso de selección exitoso radica en la adaptación y la preparación adecuada para cada situación.
Ya sea virtual o presencial, lo importante es ir a la entrevista con tranquilidad y confianza.