Cada vez más empresas son conscientes de que cuidar del bienestar de los trabajadores/as no es solo una cuestión de responsabilidad, sino también de que el negocio sea sostenible.
En la era digital, las empresas cada vez tienen más dificultades para fidelizar el talento. Trabajar en políticas de desconexión digital, para garantizar que fuera del horario laboral el personal pueda desconectar realmente de correos, llamadas y mensajería corporativa, es una manera de afrontar este reto.
¿Por qué es importante?
La hiperconexión constante puede derivar en estrés, ansiedad y agotamiento, afectando directamente la salud y el rendimiento. Si las personas están siempre pendientes del teléfono o del ordenador del trabajo, incluso durante sus vacaciones, no tienen espacio para el descanso que necesitan para seguir siendo productivas en horario laboral.
Cuando los trabajadores/as saben que pueden descansar sin la presión de responder inmediatamente, mejora su motivación, su implicación y también la calidad del trabajo.
Además, en España, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD) ya reconoce explícitamente el derecho a la desconexión digital, de manera que disponer de una política clara ayuda también a cumplir con la normativa.
¿Qué puede hacer una empresa para asegurar la desconexión?
Implementar una política de desconexión digital no solo es positivo para los trabajadores/as, sino que también mejora el clima laboral y la retención de talento, reduce el absentismo y refuerza la imagen corporativa como organización responsable.
En definitiva, apostar por la desconexión digital es invertir en un mejor futuro tanto para la empresa como para su equipo.